2) ¿PROCRASTINAR? ¿Cómo dejar de hacerlo?
Según la definición de la RAE, la palabra Procrastinar significa aplazar, postergar, diferir. Y en palabras coloquiales, no es más que no efectuar el tan mencionado refrán: “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. En muchas situaciones evadimos ciertas actividades por miedo a enfrentarnos a ellas, por reducir el estrés o por simple pereza, y en pocas ocasiones concientizamos el hecho de que “dejar para después” puede traer consecuencias negativas.
Aunque varios expertos han afirmado que la procrastinación es irracional porque la mayoría de las personas evitan hacer cosas que saben que van a salir mal, lo cierto es que este aplazamiento refleja la incapacidad que tenemos para manejar estados de ánimo negativos respecto a una actividad específica. Desde labores complejas como redactar un informe corporativo hasta labores menos pesadas como las actividades caseras, el panorama es tan abrumador para quien lo vive que no se percata de que no solo es un tema de tiempo, se trata de una indebida gestión de las emociones.
Fuschia Sirois, una profesora de Psicología de la Universidad de Sheffield habló de un cuerpo de investigación que se dedica a analizar los pensamientos constantes y los sentimientos de culpa que podemos llegar a tener gracias a la procrastinación, estos son conocidos como Cogniciones Procrastinatorias, que suelen exacerbar la angustia y el estrés, e irremediablemente, contribuyen a que se procrastine mucho más.
¿Qué hacemos al respecto?
Primero, entender que nuestros cerebros siempre están buscando recompensas relativas, así que antes de descargar una aplicación de autogestión del tiempo, crea hábitos alrededor de esas actividades que sueles evitar, pequeños premios que te motiven a afrontarlas sin tanto titubeo; la idea es que la suma de esas pequeñas recompensas destrone a la procrastinación. Y después, puedes ayudarte con herramientas prácticas que refuercen esas nuevas rutinas, por ejemplo: recordatorios, aplicaciones de manejo del tiempo como Evernote, listas de chequeo como Trello, tener un manejo adecuado de tu calendario y por encima de todo, mucho autoconocimiento. Si sabes que ciertas cosas te rinden más en determinadas horas del día no las dejes para las horas de la noche.
Fuentes de apoyo:
https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/como-evitar-la-procrastinacion.html